-A pesar de ser nuevo, un vehículo no está en perfectas condiciones.
A veces los coches pasan tiempo a la intemperie, desde que se fabrican hasta que se venden. También se transportan desde su lugar de fabricación, hasta los concesionarios de venta. En todo ese trayecto el coche está expuesto a los agentes externos, a la contaminación y también a la posibilidad de sufrir daños en su manipulación (entrada y salida de fábrica, carga y descarga de los medios de transportes, etc).
Por eso un coche, a pesar de ser nuevo, puede tener paneles repintados u otros daños.
A la hora de entregar los coches en los servicios oficiales, no los preparan de forma adecuada ni tienen en plantilla a gente con la suficiente formación y destreza para realizar estas operaciones (a pesar de esto muchas veces te ofrecen servicios de protección ampliados o incluso aplicación de sellantes o coatings, haciendo procesos de aplicación inadecuados y sin la preparación previa que esto requiere. En la gran mayoría de ocasiones, lavan los coches en túneles de rodillos, o “a mano”, pero de forma inadecuada.